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Otro vídeo reivindicativo: 4 meses de marea
Vídeo reivindicativo de 4 meses de marea verde, copyleft para libre distribución, gracias a todos los que lo hacéis posible:
Todos a la huelga (III)
Yo no puedo hacer huelga, soy uno de los tres mil recortados, por eso te pido que la hagas por mí y, más importante, por la Educación Pública de tod@s para tod@s y de calidad:
Ante la falta de respuesta por parte de la Administración, en especial de la Consejería de Educación, los sindicatos mantienen las movilizaciones y la convocatoria de huelga se traslada al día 29 de noviembre. Consultada la afiliación en Asamblea General, la convocatoria se traslada definitivamente al 29.
- Considerar que las razones y los motivos para la movilización siguen vigentes en tanto que la Consejería no rectifique y se avenga a negociar.
- Hacernos eco del sentir general del profesorado, por lo que proponen:
- trasladar la próxima convocatoria de huelga del 23 al 29 de noviembre
- Seguir trabajando de forma unitaria para proponer la continuidad del calendario de movilizaciones mientras no se resuelva el conflicto.
Sobre las elecciones «democráticas»
Aunque no es estrictamente educativo, como parece que han dado que pensar los datos del twitter os dejo un grafismo de como sería el congreso sin D’Hont -o mejor, sin circunscripciones- y un artículo interesante:
GRAFISMO:
http://blogs.cincodias.com/lealtad/2011/11/la-ley-electoral.html
La ley electoral
Lo bueno de que hayan pasado las elecciones es que, al menos, las lecturas de la situación económica y financiera de España se podrán diferenciar más fácilmente de los debates sobre si el sábado Higuáin dio al balón con la mano o con el pecho. La prima de riesgo sigue disparada, la Bolsa cayendo y si nos rescatan o no no depende tanto de Zapatero o Rajoy como de Angela Merkel o Mario Draghi.
Desde hace como 10 años, cada día después de unas elecciones suelo terminar, armado de una hoja Excel, discutiendo por la redacción sobre los efectos reales de la ley electoral, sobre la que hay tantos mitos. Hoy me aprovecho de que alguien en internet ya tiene la hoja Excel hecha para trasladar al blog estos efectos de la ley electoral. La calculadora está en esta dirección, http://icon.cat/util/elecciones, y he contado con la ayuda de mi compañero y amigo Jaume Viñas, @Jaume_Vinas, que está trabajando en el mismo tema.
El mito: Los partidos nacionalistas están sobrerrepresentados. La realidad: No están sobrerrepresentados. El mito: la ley D’Hondt impide la entrada de nuevos partidos. La realidad: No es la ley D’Hondt, es el sistema de circunscripciones. El mito: Todos los votos valen lo mismo. La realidad: Nada más lejos.
Empecemos por el principio. Porcentaje de votos y porcentaje de escaños. En los partidos nacionalistas periféricos: CiU 4,6% de escaños, 4,17% de votos. Amaiur, 2% de escaños, 1,37% de votos. PNV 1,4% de escaños, 1,37% de votos. Esquerra 0,9% de escaños, 1,05% de votos. BNG 0,6% de escaños, 0,75% de votos. Coalición Canaria, 0,6% de escaños y votos. Compromís 0,3% de escaños, 0,51% de votos. GeroaBai 0,3% de escaños, 0,17% de votos.
Salvo esta última candidatura, hay un exceso de representación muy leve. Quien más se beneficia son los dos grandes partidos y, sobre todo, el que gana. PP 53% de escaños, 44,6% de votos. PSOE 31,4% de escaños, 28,7% de votos. Siempre sale beneficiado el que gana las elecciones, aunque ayer la debacle del PSOE le ha recortado la habitual sobrerrepresentación del segundo.
Los partidos pequeños de implantación nacional. IU 3,1% de escaños, 6,92% de votos, UPyD 1,4% de escaños, 4,69% de votos, Equo-Compromís, 1,39% de votos, 0,3% de escaños. En otras palabras, quien gana son los dos grandes; quien pierde son los partidos minoritarios de implantación estatal.
Segundo mito. Es la le y D’Hondt. Mito a medias que se resuelve con más facilidad aún. Jaume ha creado una hoja en la que simula una circunscripción única, aplicando la misma ley D’Hondt. El resultado se aproxima bastante al que saldría de una representación proporcional. El resultado es que el PP tendría 20 escaños menos, aunque seguiría estando sobrerrepresentado en unos tres puntos porcentuales, y el PSOE perdería cuatro escaños y su sobrerrepresentación sería del 1,5%, aproximadamente. Bajando el listón a otros partidos, IU tendría 25 escaños (un 7% del total, el mismo porcentaje de voto) y UPyD, cuya representación sería de 17 escaños, también tendría una representación proporcional a sus votos. A partir de ahí la ley D’Hondt penaliza muy leventeme a los partidos minoritarios.
Con números de escaños inferiores, la ley D’Hondt sí tiene un efecto más positivo sobre el partido mayoritario; por ejemplo en las provincias con cuatro escaños se salta de empate a dos al tres a uno cuando un partido duplica los votos del otro.
Tercer mito: todos los votos valen lo mismo. Aún más sencillo. El escaño de Melilla le ha costado al PP 18.000 votos, y los dos de Teruel, 40.000. Al PSOE, uno de Soria 16.000 votos. Equo ha logrado un escaño con 340.000 votos, y a UPyD cada uno le ha costado más de 200.000. En Madrid sacar un escaño ha costado unos 70.000 votos (a Equo le han faltado un puñado de votantes, unos 6.000, más de 20.000, pero aún me estoy peleando con la Excel que hice en 2008).
Las conclusiones son más valorativas. El sistema electoral actual no es fruto de un derecho natural, es fruto de los pactos de la transición; los actores de aquellos pactos defineron el sistema, y son los beneficiados: centroderecha, centroizquierda y partidos periféricos. Obviamente, un mecanismo proporcional puro es el más justo, pero un sistema político también debe tener en cuenta la gobernabilidad y la estabilidad, así como una cierta representación territorial. Pero, aun así, es difícil defender la idea de que varios centenares de miles de ciudadanos no tienen derecho a representación porque no viven todos en el mismo sitio. Sobre todo cuando, de las dos cámaras legislativas, una no sirve para nada.
Y la «anécdota»:
Una papeleta con una loncha de chorizo fue válida en Val do Dubra
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Papeleta con un chorizo pegado |
En el concello de Val do Dubra aparce una papeleta con una loncha de chorizo y la dieron por válida. En un principio dicha papeleta se contabilizó como voto nulo, pero mientras se siguió con el recuento, pero el representante del concello en la mesa se puso a revisar las instrucciones y sorprendentemente se dirigió a lo miembros del la mesa para decirles que valorasen otra vez la decisión, pues para él según las instrucciones del manual, una loncha de chorizo pegada a una papeleta no entraba claramente dentro de los votos nulos, y en la papeleta bien se veía que era del PP. A partir de este momento los interventores del PP forzaron a lo miembros de la mesa a reconsiderar la decisión inicial y dar por válida la papeleta y contarla como voto del PP.
Al final la papeleta fue considerada voto a favor y el apoderado del BNG hizo una reclamación para que esa papeleta se considere voto nulo, ya que considera que la intención de voto es dudosa.