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Archive for mayo 23, 2012

Desmontando el Informe Pisa y su manipulación de la realidad

Categorías: Movilizaciones, Wertgüenza

El ataque neocon a la Escuela Pública (II)

Segunda parte de esta interesante entrevista en dos partes a un profesor de Lengua que explica claramente el ataque neocon a la Escuela Pública.  No son recortes sino privatización:

“Empujados por la desidia de unos y la desilusión de otros… nuestros hijos no van a tener cosas básicas que nosotros sí hemos tenido”

Entrevista a Óscar L. Ayala Flores, miembro de la Asociación de Profesores de Alcalá de Henares (APAH). Con él intentamos hacer un balance de la situación actual y futura de las enseñanzas medias en España.

Pregunta. ¿Es real el peligro de desmantelamiento del sistema público educativo y de calidad que hemos conseguido con tanto esfuerzo?

Respuesta. No es un peligro ni una amenaza, es un hecho constatable. Y se ha hecho ante nuestras narices y, si no con nuestro consentimiento, sí con nuestra anuencia.

Nuestro sistema público responde a un momento histórico que recoge unas aspiraciones concretas y un concepto muy determinado sobre lo que es común: hemos de admitir que este país ha elegido ser administrado por unos gestores que creen que lo público supone una competencia desleal en un mundo donde todo es mercado, que resta oportunidades de negocio al sector privado. Todo esto ha desencadenado un debate sobre el sistema público y el privado, ha sacado a la gente de la inercia y ha supuesto que decididamente la sociedad se incline por un sistema público de calidad que, necesariamente, habrá de ser reconstruido cuando esta locura efímera de un puñadito de años acabe.

P. Y si no fuera bastante con todo esto, ahora el ministro ha anunciado una nueva reforma educativa. ¿Qué cree que pretenden conseguir con ella?

R. Blindar un modelo. Pero no un modelo educativo, sino un modelo económico. Llama la atención que, por ejemplo, la Fundación de Expertos de Economía Aplicada acabe de lanzar un “Manifiesto de mejora del sistema educativo” y que se recoja en los medios como un informe concluyente. Pero, además de partir de errores de bulto, se olvida un pequeño detalle: son economistas, no expertos en educación, los que lo elaboran. Lo importante, en el fondo, es rebajar el peso del PIB dedicado a educación aún más. ¿Se ha fijado que en los equipos de Wert o de Lucía Figar hay abogados y economistas a mansalva, pero muy pocos profesores?

Se les llena la boca de frases pseudotécnicas que superficialmente tienen sentido, pero que llevan la trampa en su misma formulación. Hablan de «cultura del esfuerzo», «alto porcentaje de fracaso escolar», «remuneración basada en los resultados»… etc. Todo esto es tramposo. Es esa obsesión por el resultadismo, por el corto plazo, en educación y en el resto de ámbitos, lo que está mal.

El sistema educativo público español es bueno, y por eso en EEUU o en Alemania suspiran por nuestros titulados, igual que cuando salen a hacer el Bachillerato fuera es frecuente que estén entre los primeros. Eso no se cuenta, pero es tan verdad como los datos negativos. Se puede mejorar, evidentemente, pero lo que se plantea es una Contrarreforma educativa donde van a salir perdiendo los de siempre: los que tienen menos recursos (económicos, culturales y sociales). Los buenos alumnos saldrán airosos y, sobre todo, los ricos saldrán beneficiados, porque tendrán menos competencia.

P. ¿Cómo afectan los cambios curriculares continuos a profesores, alumnos y padres?

R. Sobre el papel, en una educación por competencias, no deberían afectar sustancialmente. Esa es la respuesta oficial. La real es que crea inseguridad, despiste, desarmonías, hartazgo, desilusión y un sentimiento de tomadura de pelo difícil de soportar. No puede ser que mi hijo de diez años tenga que aprender unas cosas y mi hija de cinco otras muy distintas porque por el camino se ha cruzado un cambio de Gobierno. Ellos van a compartir una misma sociedad, un idéntico mercado laboral y unas mismas circunstancias, así que no tiene sentido.

P. Sin embargo, la última reforma educativa parecía haberse pactado por los 2 grandes partidos y ahora, ¿qué quieren cambiar exactamente? ¿El debate real son las asignaturas –como la insistencia en eliminar Educación para la ciudadanía–, el “alto” coste de la educación o la organización misma de la educación?

R. No, no, ya le digo que mi opinión es que la educativa es una reforma previa, de base, para poder plantear reformas de otro calado. En el nuevo modelo al que vamos, los ciudadanos críticos son problemáticos, y hay que evitar que haya demasiados. Precisamente el asunto de Educación para la ciudadanía es un indicio de esto. ¿De verdad cree usted que a alguna familia le plantea problemas morales o éticos el hecho de que a sus hijos se les inculque el respeto a la libertad sexual o de cualquier otro tipo, que se les muestren algunas desigualdades sociales o la lucha ciudadana como forma de influir en las decisiones políticas que les atañen? Cito esos tres ejemplos porque se encuentran en la propuesta de modificación de Wert, junto a supresiones significativas como las referencias a “la falta de acceso a la educación como fuente de pobreza” o la sutil desaparición del párrafo que habla de “rechazo de las discriminaciones provocadas por las desigualdades personales, económicas o sociales”. No llegaron a 200 familias las objetoras en toda España: lo que sucede es que los medios dan cobertura a lo que les interesa.

P. ¿Cómo van a afectar todos estos vaivenes educativos al alumnado? ¿Qué futuro nos espera?

R. La sociedad, los valores y la aspiración de felicidad son más fuertes que el mercado. Puede que tarde en reaccionar, puede que no haya encontrado el camino para hacerlo, pero al final lo hará. Confío en que a esta etapa que se nos echa encima sucederá otra mucho mejor, con mayor justicia social. Hay un par de generaciones, entre ellas la mía, que sólo hemos vivido una época de esplendor de la educación y que en nuestro afán de mejorar no hemos parado de ponerle peros. Sin embargo, empezamos a ser conscientes de lo que se pierde, porque nuestros hijos no van tener cosas básicas que nosotros sí hemos tenido.

Posiblemente el neoliberalismo ha encontrado un hueco para eclosionar con una fuerza inédita en estos años, empujado por la desilusión de unos y la desidia de otros, aunque no encontrará entusiastas entre la gente común. El desembarco de esta forma de ver la vida ha permitido a los ciudadanos saber de verdad de qué se estaba hablando cuando se oponía interés público a interés de mercado, y deberemos prestar una especial atención, por parte de los profesores y las familias, para que las circunstancias no conviertan a nuestros jóvenes exclusivamente en eso que se llama «fuerza del trabajo». Hay que insistir en su derecho a ser mucho más que eso.

Óscar L. Ayala Flores es profesor de Lengua castellana y Literatura y autor de los libros de Lengua castellana y Literatura 1.º y 2º de ESO de Akal.

http://www.nocierreslosojos.com/por-la-ensenanza-el-profesor-tiene-la-palabra-ii/

 

El ataque neocon a la Escuela Pública (I)

Interesante entrevista en dos partes a un profesor de Lengua que explica claramente el ataque neocon a la Escuela Pública.  No son recortes sino privatización:

“Hay un intento de romper los vínculos que de modo natural existen entre el profesorado y la sociedad, como paso necesario para poner en marcha ambiciosos planes mercantiles”

Entrevista a Óscar L. Ayala Flores, miembro de la Asociación de Profesores de Alcalá de Henares (APAH). Con él intentamos hacer un balance de la situación actual y futura de las enseñanzas medias en España.

Pregunta. La situación de crisis actual es muy desalentadora en todos los ámbitos y sectores sociales. Además, desde el gobierno se insiste en que los profesores tienen que “arrimar el hombro” impartiendo más horas lectivas. ¿Cree usted que existe una manipulación o desconocimiento con respecto al trabajo y el día a día del profesorado?

Respuesta. No creo que haya desconocimiento de la sociedad y, en todo caso, si lo hay es deliberadamente malicioso. Nadie en su sano juicio puede creer los mensajes que periódicamente se lanzan, perfectamente estudiados, contra los docentes: que si trabajan veinte horas a la semana, que si tienen vacaciones interminables o cosas por el estilo. Más bien lo que hay es un intento, muy meditado, de romper los vínculos que de modo natural existen entre el profesorado y la sociedad, como paso necesario para poner en marcha ambiciosos planes mercantiles. Al fin y al cabo, una familia media confía a un político u otro la gestión de parte de sus intereses (la que afecta a la comunidad, a la colectividad), mientras que a nosotros nos confía lo que más quieren, su bien más preciado: sus hijos. No es comparable.

P. ¿Sabe la ciudadanía realmente qué efectos pueden tener las medidas que se están llevando a cabo en el ámbito educativo y sus consecuencias a corto, medio y largo plazo?

R. No creo que se hayan dimensionado adecuadamente. El momento social, económico y cultural de un país es el resultado, entre otras cosas, de las políticas educativas de los quince o veinte años anteriores. Para que hayamos llegado donde estamos fue necesario, primero, decretar la obligatoriedad de la escolarización, universalizar la escuela, establecer una política de becas que nos permitió estudiar a todos los que quisimos hacerlo. Y se hizo a base del sudor de la generación anterior, la de los niños de la postguerra. Los políticos tienen que entender, de una vez, que con las cosas de comer no se juega: la educación, la sanidad y el medio ambiente no se tocan. El conocido lema “no es gasto, es inversión”, resume perfectamente este punto de vista. Eso es innegociable. El bienestar y la felicidad de los nuestros no puede depender de que un político decida recortar o cambiar de sitio una serie de números. No puede ser tan difícil de entender.

P. Ante declaraciones como las de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, asegurando que “para su Gobierno la educación es prioritaria y su objetivo es ser ‘más eficientes’ para mejorar la enseñanza pública, para contar con más institutos de excelencia y más calidad”, no podemos dejar de preguntarnos: ¿cómo van a afectar todas estas medidas a nuestros resultados educativos? 

R. Estamos convencidos de que la educación es prioritaria para ellos. El problema es que lo que ellos llaman “educación” no tiene nada que ver con lo que los profesores y las familias entendemos por “educación”. Esperanza Aguirre lo llama “instrucción” y la “eficiencia” de que habla Wert se refiere a una eficiencia económica, resumida en formar trabajadores con el menor costo posible. Pero nosotros no formamos trabajadores, o al menos no hacemos solo eso: formamos ciudadanos potencialmente felices que, evidentemente, se muestren competentes en el ámbito laboral, que va a ser (o debería serlo) solo una porción de su vida. Claro, si concebimos al ser humano exclusivamente como un individuo capaz de producir riqueza, que es lo que parecen decirnos, la cosa cambia. Y nos la están colando aprovechando la angustia que nos producen las dificultades actuales para encontrar un empleo, entontecidos por la urgencia.

Y en cuanto a lo de la “excelencia”, me siento insultado como profesor y como padre. Han concebido un plan para “los mejores” con un centro que ha recibido una inversión millonaria, con excelentes instalaciones, con profesores con una reducida carga lectiva y suculentos complementos económicos, con una ratio aproximada a la mitad del resto de centros con objeto de garantizar la calidad. Es decir, que sí saben que los resultados y la calidad exigen inversión. Eso sí, a renglón seguido afirman, con una desfachatez pasmosa, que el hecho de que los alumnos se hacinen en las aulas del resto de los centros, de que los profesores vean incrementada su carga lectiva o recortado su sueldo, de que no dispongamos prácticamente de dinero para la calefacción, el teléfono o las fotocopias, no afecta a la calidad.

P. ¿Cómo está viendo en la cotidianidad de su día a día en el aula los efectos de los recortes?

La palabra exacta es “agotamiento”. Los días y las noches se han estrechado. Es imposible seguir el ritmo vertiginoso que se nos exige. Es imposible ofrecer a los chicos lo mismo que ofrecíamos antes, pero eso lo hemos aprendido a lo largo de los meses, y en este momento los claustros están deshechos. Es una apreciación particular, pero sospecho que los problemas van a venir el año que viene. La exigencia de más alumnos y más horas va a provocar un traslado de tareas a lugares donde no corresponde, por ejemplo, a los hogares. Los chicos acabarán llevando más deberes a casa, descompensando el tiempo de ocio y familiar para elaborarlos y garantizar el resultado académico, cuando desde la comunidad educativa estamos convencidos de que ese tiempo debería ser dedicado a completar la formación con tareas de otro tipo, tan esenciales como la lectura, el deporte o la música, por ejemplo.

P. ¿Cree que es posible un cierto ahorro económico en la educación pública actual?

R. Siempre lo es, pero no en el sentido que se está haciendo. Es posible, por ejemplo, que la red de bibliotecas traslade fondos bibliográficos a los centros, lo que evitaría una doble inversión, y que el centro sea utilizado por la tarde para toda la ciudadanía. Que varios centros se reúnan para invertir conjuntamente en determinados equipamientos, coordinándose para su utilización. O la realización, por ejemplo, de convenios con las escuelas oficiales de idiomas para que impartan enseñanza reglada en los centros en horario de tarde, adecuando los niveles a la edad y la competencia de los chicos y acabando con un programa de bilingüismo que en Madrid y en Secundaria se está mostrando improvisado y segregador. Es evidente que el gasto corriente y el personal son las partidas más importantes. Desde luego, en gastos corrientes no se puede recortar más porque los gastos de funcionamiento llegan apenas para suministros y limpieza. Y el otro capítulo, el de personal, nuestros sueldos, creo que no hay que olvidar que nosotros también somos trabajadores y que nuestras familias también comen: cobramos lo mismo que hace diez años, trabajamos más y la pérdida de poder adquisitivo del profesorado es posiblemente en porcentaje de las mayores entre todos los sectores. Ya no es cuestión de dignidad, sino de supervivencia. 

P. Por tanto, si quisiera enviar un mensaje concreto a los padres de sus alumnos, ¿qué les diría?

R. Solo una cosa: que luchen por lo mejor para sus hijos. Sinceramente, la marea verdeno es un movimiento corporativo o profesional. Nuestro trabajo, comparado con la situación en otros sectores económicos, no está en peligro. Lo que corre peligro es la educación, y no vale pensar que nos recuperaremos en unos años. Nuestros hijos lo necesitan ahora, porque dentro de tres, cinco o diez años ya no estarán en la misma situación y habrán perdido el tren. No es posible transigir. La mínima concesión que empeore las condiciones en que se desarrolla la educación de sus hijos es una piedra que ponemos a su derecho a ser felices en esta vida.

 

http://www.nocierreslosojos.com/por-la-ensenanza-el-profesor-tiene-la-palabra/#more-602

 

Aguirre plantea bajar el sueldo a los funcionarios madrileños

 

Sería, en todo caso, una segunda bajada que, además, se suma a muchos años perdiendo poder adquisitivo:

 

La presidenta regional, Esperanza Aguirre, ha manifestado que «probablemente» los profesores tendrán «buen cuidado de no abusar» de las bajas laborales, teniendo en cuenta que son sus compañeros quienes deben suplir esas ausencias.

La presidenta ha hecho estas declaraciones tras la gran movilización en Educación que unió a todos los niveles educativos y señaló sobre ella que tuvo un «seguimiento modestísimo»en la Comunidad: «no llegó al 1% en la privada y la concertada y al 17% en la pública». Ha dicho que no quería valorar «en absoluto» esa huelga ni las manifestaciones de ayer, porque ambos son «derechos ciudadanos». Sin embargo, los sindicatos cifraron la huelga en un 80% de seguimiento.

También ha recordado que en el caso de la Comunidad de Madrid, los profesores de Secundaria «en vez de dar 18 horas de clase están obligados a dar 20» y que su jornada laboral es de 37,5 horas semanales. Ha explicado que los docentes «están obligados a suplir por ley» a suplir las bajas en las 17,5 horas en que no dan clase y ha opinado que los profesores enfermos «probablemente, sabiendo les tienen que suplir los compañeros, tendrán buen cuidado de no abusar de esta situación legal».

Reducir el déficit es «difícil, pero no imposible»

Aguirre, ha dicho que va a actuar «como Sócrates», poniendo «en duda» todos los gastos de la Comunidad, para ver cuáles se pueden «reducir aminorar o suprimir», empezando por los sueldos de los cargos políticos. Ha dicho, en cambio, que está dispuesta a analizar «absolutamente» todas las partidas para ahorrar, empezando por los sueldos de los altos cargos y por el suyo propio, a pesar de que, ha recordado, ahora ella cobra un 17% menos que en 2008.

Aguirre no descarta bajar el sueldo de los funcionarios

Durante la rueda de prensa tras el Comité de Dirección del PP de Madrid y apenas 24 horas antes de que el Gobierno regional apruebe el proyecto de Ley de Modificación de los Presupuestos regionales de 2012, en el que no ha querido adelantar las partidas o las tasas donde está previsto hacer recortes para reducir el gasto público y el déficit.

Según publica El País,  la presidenta madrileña no descarta rebajar el sueldo a los empleados públicos madrileños, como ya se ha hecho con los del resto del país y en todas las administraciones.

Aguirre ha concretado que las partidas que se reducirán en el nuevo presupuesto se explicarán detalladamente en la rueda de prensa tras la Asamblea del Consejo de Gobierno. Según ha dicho, todos estos recortes pretenden «garantizar un déficit máximo del 1,5% y, a ser posible, no generar ninguno en 2012», algo que cree «difícil, pero no imposible».

Según la presidenta, el «debate de dónde se puede ahorrar en el presupuesto regional» ha sido uno de los asuntos que abordados hoy en la reunión del Comité de Dirección del PP de Madrid, cuyos miembros han aportado «ideas» y han expresado su opinión sobre este asunto.

 

http://www.publico.es/espana/434192/aguirre-los-profesores-no-deben-abusar-de-sus-bajas-las-cubren-sus-companeros

 

Categorías: Movilizaciones

Los rectores de las universidades dejan plantado a Wert por no querer debatir sobre los recortes

Igualito que los equipos directivos de los IES:

Los rectores de las universidades españolas han optado por plantar al ministro de EducaciónJosé Ignacio Wert, por «negarse» a debatir sobre los ajustes educativos, y no han acudido a la reunión programada para este miércoles del Consejo de Universidades.

 

Los rectores han acusado al ministro de «hurtar» el debate sobre las medidas de ajuste en el ámbito educativo que afectan a las universidades, y han pedido una reunión urgente con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

La decisión de no asistir a la reunión ha sido aprobada los sesenta rectores de universidades públicas y privadasLos máximos responsables de las universidades españolas han protestado así contra el Ministerio por no haber incluido en el orden del día de la reunión el debate sobre decreto-ley de medidas urgentes para la racionalización del gasto educativo por las comunidades autónomas. Este decreto incluye varios ajustes que afectan a las universidades.

La decisión de no asistir a la reunión del Consejo de Universidades ha sido aprobada por la totalidad de los sesenta rectores de universidades públicas y privadas que este miércoles por la mañana han participado en una Asamblea de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE).

Los rectores, según ha informado la CRUE, han tratado durante las últimas horas de que el Ministerio aceptara la convocatoria de una sesión extraordinaria del Consejo de Universidades para debatir sobre cómo afectan al ámbito universitario las medidas de ajuste previstas por el Gobierno.

Ante la falta de respuesta por parte del Ministerio, los rectores han optado por no acudir a la reunión programada para hoy. La CRUE ha consensuado un comunicado, que ha sido leído ante los periodistas por el vicepresidente de esta organización, Juan Juliá -rector de la Universidad Politécnica de Valencia- en que fijan su malestar por la actitud del ministro y reclaman una entrevista con el presidente del Gobierno.

El ministro de Educación, José Ignacio Wert, ha expresado este miércoles su «infinita sorpresa» al haberse negado los rectores a asistir al Consejo de Universidades de esta tarde y se ha mostrado abierto al diálogo, «que no negociación», sobre el desarrollo reglamentario de las medidas de ahorro que afectan a las universidades.

La falta de quórum para la celebración del consejo «impide» que se pueda tramitar en plazo el decreto de becas generales para el curso próximo y «paraliza» su publicación, según Wert, quien ha anunciado que, aún así, se buscarán «mecanismos de desbloqueo» para que el retraso sea el menor posible.

Sobre la petición de los rectores de debatir las medidas de ajuste, el ministro ha indicado que éstos deben entender que los decretos-leyes los aprueba el Gobierno y los convalida el Parlamento. Se ha preguntado si los rectores son conscientes de los problemas del país y si están a la altura de la situación con su comportamiento, que «en ningún caso se justifica»frente a la «actitud de diálogo y disponibilidad» del Ministerio.

No hay posibilidad ninguna de abrir un debate porque se trata de una norma que ya está en vigorHa asegurado que en el Consejo de este miércoles, de carácter ordinario, tenía previsto informar del decreto-ley y que ningún rector, hasta ahora, se había quejado sobre el orden del día. Según Wert, la convocatoria de hoy se fraguó en una reunión de él con la comisión permanente de la CRUE el 25 de abril, cuatro días después de la aprobación del decreto citado, y que la fecha y el orden del día de la sesión fueron comunicadas posteriormente, sin que ningún rector hiciera «la menor observación».

Ha explicado que la presidenta de la CRUE, Adelaida de la Calle, le ha hecho esta tarde un planteamiento «incomprensible en términos jurídicos»sobre un «supuesto compromiso» para una convocatoria extraordinaria del Consejo de Universidades para debatir el decreto.

El ministro ha replicado que un consejo extraordinario se puede convocar tanto a petición de su presidente, en este caso el ministro, o de un tercio de sus miembros, es decir las universidades, según el reglamento que lo regula. Ha insistido en que, «evidentemente», hoy se iba a hablar del decreto en el Consejo, en alusión al punto del orden del día que fijaba el «informe» del ministro al Consejo, aunque De la Calle, según Wert, le ha dicho que eso no es un debate.

«No hay posibilidad ninguna de abrir un debate porque se trata de una norma que ya está en vigor, así que los rectores tienen que entender que, en democracia, este tipo de legislación lo aprueba el Gobierno y lo convalida el Congreso», ha replicado Wert. El ministro tenía previsto, según ha indicado, ofrecer a los rectores en la reunión cuantas aclaraciones y explicaciones fueran necesarias.

 

http://www.20minutos.es/noticia/1470717/0/rectores/planton/wert/

 

 

Categorías: Movilizaciones

Gobernar al margen del Parlamento

 

Ahora que está toda España en la calle -protestando- no está de más recordar que Rajoy está gobernando al margen del parlamento:

 

 

Gobernar al margen del Parlamento

“Revitalizaremos el Parlamento utilizando los procedimientos de debate y la actividad de los diputados y senadores. Recuperaremos el sentido constitucional del decreto ley”, se decía en la página 174 del último programa electoral del PP. Pero las mayorías absolutas relajan los buenos propósitos electorales sobre el Parlamento y el decreto es el instrumento habitual de este Gobierno.

Cinco meses después de tomar posesión, Mariano Rajoy ha convertido en decreto casi todo lo que ha tocado. Solo ha dejado de tramitar como decretos las normas que expresamente están excluidas de este procedimiento. Así, de los cinco proyectos de ley que han llegado al Congreso en esta legislatura, tres eran leyes orgánicas y otro era el dePresupuestos. Es decir, solo una norma susceptible de ser convertida en decreto se ha escapado.

Rajoy ha aprobado en cinco meses 20 decretos, por ocho de José María Aznar en ese mismo periodo de su primera legislatura y cinco de José Luis Rodríguez Zapatero al inicio de su mandato.

La Constitución establece en el artículo 86 que los decretos pueden utilizarse “en caso de extraordinaria y urgente necesidad” y limita los asuntos que pueden regular, de tal forma que es una vía para legislar casi excepcional.

Por eso, establece un procedimiento de convalidación en el Congreso y la posibilidad de que se tramite luego como proyecto de ley para debatir e incorporar enmiendas. Sin embargo, el Gobierno solo ha usado cinco veces esta vía que permite debate y correcciones: el de la reforma laboral, el que resta competencias a las comunidades sobre los ríos y tres de directivas europeas de escaso calado político. Y eso que con su mayoría absoluta, el PP no debería temer a las enmiendas de la oposición o la pérdida de votaciones en comisiones y en pleno.

Al no permitir este trámite las correcciones en el Congreso, los cambios se hacen mediante procedimientos al margen del control y el debate. Por ejemplo, el decreto de sanidad fue seguido de la publicación en el BOE de una lista de 73 fes de errores, muchas de ellas sobre asuntos de calado y de fondo y no por mera corrección de defectos. Otro caso fue el de un decreto aprobado con un solo artículo para satisfacer exigencias de CiU y corregir uno anterior que había sido convalidado y sobre el que se negó también el trámite como proyecto de ley. Con esta fórmula, el Gobierno consigue que un decreto como el de sanidad, que recorta 7.000 millones de euros, se despache en poco más de una hora. En Presupuestos, el PP impuso el rodillo y solo aceptó tres de 3.100 enmiendas de la oposición, con contenidos tan políticamente relevantes como beneficios fiscales al Centenario de la Batalla de las Navas de Tolosa. Otra de las aceptadas era del PSOE y consistía en rectificar el nombre de una localidad afectada por una conexión viaria y que figuraba equivocada en el proyecto del Gobierno. Eso fue todo.

Obviamente, los decretos son aprobados en Consejo de Ministros sin diálogo previo y solo se abren negociaciones en vísperas de la convalidación y de forma limitada.

En las pocas normas que se tramitan en el Congreso, el PP ha vetado las comparecencias de sindicatos y empresarios en el debate de la reforma laboral ante la comisión correspondiente. Esta semana se cierra el plazo de aprobación de enmiendas y el PP solo habla con CiU para incorporar algunas de sus modificaciones.

Rajoy no ha comparecido todavía en pleno monográfico sobre la crisis, ni se le espera. Solo ha ido dos veces al pleno por el imperativo legal de dar cuenta de sendas cumbres europeas. En los primeros cinco meses de su segunda legislatura, Zapatero compareció dos veces para hablar solo de la crisis, y en la primera dos, una por la retirada de las tropas de Irak y otra por envío de efectivos a Haití. Rajoy ha respondido a 18 preguntas en el Congreso y Zapatero a 31 en idéntico periodo.

El PP bloqueará las peticiones de comparecencia sobre Bankia, empezando por las de Rodrigo Rato, José Luis Olivas y Miguel Blesa, exgestores del banco. Vetará la creación de una comisión de investigación y se remite a una subcomisión que funciona a puerta cerrada.

 

http://politica.elpais.com/politica/2012/05/20/actualidad/1337537368_730447.html

 

Categorías: Movilizaciones, Wertgüenza

Los recortes educativos, explicados a lo bestia

Un buen artículo:

El presidente del gobierno convoca a los medios de comunicación a La Moncloa para un mensaje a la nación. Mirando a la cámara, con tono firme, lanza la bomba: “Queridos ciudadanos, voy a ser sincero, sin eufemismos: en España sobran millones de trabajadores, y van a seguir sobrando por muchos años, porque no esperamos crear empleo en una larga temporada; más bien al contrario, se seguirá destruyendo. Así que no voy a emplear el argumentario habitual para justificar los recortes educativos. Háganse ustedes mismos esta pregunta: ¿para qué vamos a seguir formando jóvenes que no tendrán donde trabajar? ¿Para qué gastar nuestro escaso dinero en que las próximas generaciones tengan un título universitario, de Formación Profesional o de Bachillerato? ¿Para que lo cuelguen en el salón? ¡Si aquí no va a haber trabajo en condiciones más que para unos cuantos, y el resto al paro o al subempleo!”

Ya sé que la escena es improbable, nadie espera esa sinceridad del presidente. Pero si nos lo contaran así, a lo bestia, entenderíamos mucho mejor los demenciales recortes en educación, los ya aprobados y los que vendrán. Nos seguirían cabreando, claro, pero al menos entenderíamos de qué va la cosa.

Como el gobierno no se atreve, voy a hacerle yo el trabajo sucio. Voy a explicar en qué consisten los recortes educativos a partir de esa clave: ¿para qué vamos a seguir formando jóvenes, si el futuro pinta negro? ¿Para qué queremos nuevas ediciones de “la generación mejor preparada de la historia”? ¿Para que se conviertan en nuevas “generaciones perdidas”? ¿Qué ganas de gastar ni un euro más en engordar currículum que acabarán en la papelera de una ETT?

Así pensados, los recortes deberían ser incluso más radicales: no basta con el previsible aumento del fracaso escolar, ni con la disuasión que el mayor coste de las matrículas tendrá sobre muchas familias; eso sólo eliminará unos cuantos cientos de miles de estudiantes. Habría que ir más allá, y cerrar mañana mismo todas las facultades universitarias cuyas expectativas laborales son igual a cero, o incluso tienen números negativos.

Tomemos el caso de periodismo, por poner un ejemplo sencillo: si no tenemos donde colocar a los más de cinco mil periodistas despedidos –y los que se sumarán tras los próximos ERE-, y teniendo en cuenta que el futuro a corto plazo pasa por medios digitales con plantillas miniatura y donde se paga poco o nada, ¿para qué seguir licenciando promociones de nuevos periodistas? Y lo mismo vale para las carreras científicas: ¿para qué queremos tanto Premio Nobel en potencia, si pronto tendrán que buscar ratones de chabola para sus investigaciones, como el protagonista de Tiempo de silencio?

El razonamiento es válido para muchas otras titulaciones: si en los próximos años no habrá apenas convocatorias de plazas en las administraciones públicas (salvo para policía, esa sí una profesión con futuro), ni se contratarán nuevos médicos, enfermeros o profesores, sino al contrario, se prescindirá de los interinos y cualquier día empezarán también a echar a los que tienen plaza, ¿qué necesidad hay de mantener tantos estudios universitarios sin salida profesional?

Otro tanto diremos de la FP: ya deberían estar cerradas las aulas donde se forman trabajadores para cualquier profesión relacionada con la construcción, pues pocas viviendas se van a levantar en las próximas décadas mientras no demos salida al stock de casas vacías, y de la obra pública mejor no hablar. Y lo mismo para los que se formen pensando en colocarse en la industria, menguante y deslocalizada, así como en tantas empresas de servicios que ya han descubierto la fórmula del más por menos (hacer lo mismo o más pero con menos trabajadores), o en el comercio, donde no se vende una escoba ni se va a vender por mucho tiempo.

Ya sé, ya sé: me dirán que el sistema educativo no es sólo una fábrica de trabajadores, que educar no es sólo añadir líneas al currículo, que educar debería ser mucho más. Lo que quieran, pero no nos engañemos: hace ya mucho tiempo que el sistema educativo, sus objetivos y programas, se vincularon a las necesidades productivas del país; y no sólo la evidente FP, sino también el bachillerato y la universidad entendidos como antesalas del mercado laboral y diseñados en función de las necesidades de las empresas; así ha sido, y no parece que los tiempos apunten a ideales humanistas. Cuando oíamos eso de “la generación mejor preparada de nuestra historia” ninguno estábamos pensando en ciudadanos críticos y libres, sino en lo confiados que iban los jóvenes a las entrevistas de trabajo. Ya sé que hay muchos que aspiran a otra cosa, que ven en la educación una formación humana y en valores para la convivencia, y creen en su función correctora de las desigualdades, pero hasta ahora clamaban en el desierto, y no parece que las autoridades vayan a escucharles mucho más.

Así que, si aceptamos que tenemos un sistema educativo cuyo principal objetivo es entregar al sistema productivo trabajadores con las habilidades y conocimientos que las empresas exigen, la conclusión no puede ser otra, por mal que suene: hay que suspender el sistema educativo mientras la cosa no mejore, reducirlo a la mínima expresión.

Porque lo que también parece evidente es que la solución contra el paro no pasa hoy por más y mejor educación, más y mejor formación. Muchos de esos millones que están sin trabajo no lo van a encontrar por añadir otra carrera, un master o un tercer idioma al currículum, al contrario: cada vez más trabajadores se fingen peor preparados de lo que en realidad están cuando acuden a una entrevista de trabajo, porque para los pocos puestos que se ofertan, y con la miseria de sueldo que ofrecen, un buen currículum es la peor carta de presentación.

No, la solución al paro no está en formar aun más a la generación mejor formada de la historia, sino en un cambio de modelo productivo, que el que tenemos no da más de sí, y a golpe de austeridad y recesión nos condena una larga temporada de paro y trabajo basura. Y como hace tiempo que los gobernantes abandonaron el discurso –que no era más que eso, un discurso- sobre la necesidad de un nuevo modelo económico, la apuesta por la innovación y la tecnología, los nuevos yacimientos de empleo, y patatín, patatán; mientras el modelo productivo sea el que es, no tendremos donde colocar a los cinco o seis millones de parados, que ya podrán ser siete millones y los que vengan. El único yacimiento de empleo a la vista consiste en trabajar como chinos, como recomendó el presidente de Mercadona: y para trabajar con horarios y sueldos de bazar chino, poca falta hace tener título, más bien al contrario.

De modo que de eso se trata, en eso consiste la nueva política educativa. Si los recortes actuales de 3.000 millones, que se suman a los que ya aprobaron las comunidades autónomas, les parecen un ataque al sistema educativo, piensen que esto no ha hecho más que empezar. Las medidas anunciadas dejarán por el camino a unos cuantos miles que nunca llegarán a la universidad o la FP: el recorte en la educación infantil impedirá que los niños entren tan pronto y le puedan coger el gusto al estudiar ya desde tan pequeños; la masificación de las aulas, la falta de recursos y el deterioro de las condiciones de trabajo de los profesores abonarán el fracaso escolar en edades cada vez más tempranas; y para los que sobrevivan y todavía aspiren a estudios superiores, el encarecimiento de las matrículas y la reducción de becas operará la selección natural necesaria.

Como además se deteriorará mucho más la educación pública, la privada saldrá favorecida, cuanto más cara y exclusiva mejor, de modo que sean sus estudiantes los que consigan los pocos trabajos decentes disponibles, y el resto al paro o a la precariedad, que para eso las familias menos pudientes están mejor dotadas genéticamente para soportar las penurias y adversidades. Lo mismo cabe decir de la escuela rural, cuya supervivencia está amenazada, como contaba ayer en este blog Susana Hidalgo. ¿Para qué quieren estudiar en el campo, si allí hay aun menos futuro que en la ciudad?

De paso, con la liquidación del sistema educativo nos ahorramos otra molestia para los tiempos venideros: que los jóvenes piensen por su cuenta, que desarrollen espíritu crítico, algo que, aunque no sea un objetivo del actual sistema, acaba siendo un efecto colateral por culpa de tantos profesores que defienden que educar debe ser algo más que formar nuevos trabajadores. Y ya hemos visto lo que pasa con los jóvenes cuando piensan por su cuenta, que acaban indignándose y montando acampadas o cosas peores. Sí, es cierto que la falta de horizonte y el abandono escolar temprano pueden afectar a la convivencia y crear tensiones sociales, pero no pasa nada: eso nos permitirá contratar más policías, que como ya dijimos es la verdadera profesión de futuro.

¿A que no suena tan descabellado? Otro día si quieren les explico así también, a lo bestia, los recortes de sanidad en clave de reducción de la esperanza de vida: ¿para qué facilitar que los ciudadanos vivamos tantos años, si no habrá pensiones, ni recursos públicos de asistencia, ni dinero para la dependencia? Mejor morirnos antes, y eso que nos ahorramos todos.

 

http://www.eldiario.es/zonacritica/2012/05/23/los-recortes-educativos-explicados-a-lo-bestia/

Qué quiere decir no tener recursos, señor Wert

Un buen artículo de Ignacio Escolar:

 

“¿Qué quiere decir no tener recursos?”, se pregunta el ministro de Educación. Yo se lo explico, señor Wert. En España hay un 22% de las familias que vive por debajo del umbral de la pobreza: una de cada cinco. Hay 11,5 millones de personas que ya están al borde de la exclusión social. El salario medio es de 22.511 euros brutos al año –poco más de esa “miseria” que se gastó Carlos Dívar de turismo en Puerto Banús– pero las medias son engañosas. En esta media entra también el sueldo de Rato, o el de Olivas, o el de usted. La realidad, señor Wert, es que el 60% de los trabajadores españoles no llega a mileurista, hay un 22% que no tiene trabajo y hay también 1.782.400 familias con todos sus miembros en el paroEl 60% de los españoles no llega a fin de mes.

Aunque le parezca increíble, señor Wert, hay más de 50.000 familias que pierden su casa cada mes; será porque no saben administrar sus recursos, que diría usted. Hay un 50% de los jóvenes españoles entre 18 y 34 años que viven en casa de sus padres, la mayoría porque no tienen otra opción. Hay medio millón de jóvenes que se emanciparon y, por culpa de la crisis, han tenido que dar marcha atrás y regresar al hogar familiar. Y hay dos millones de niños en España, ¡dos millones, joder!, que viven por debajo del umbral de la pobreza.

Así es la España de hoy, señor Wert. Y debajo de estas cifras, de estos números, de estas crudas estadísticas, hay gente que lo pasa aún peor. Por eso es tan obsceno escucharle frivolizar con la extrema necesidad de tantas familias, con el esfuerzo que supone para tantos españoles que los hijos puedan ir a la universidad. Ya se quitan “recursos” de otras cosas sin que usted se lo venga a explicar.

http://www.escolar.net/MT/archives/2012/05/que-quiere-decir-no-tener-recursos.html